La psicología del miedo y el papel higiénico

27.03.2020

por Olga Carmona

Vivimos tiempos difíciles, no solo por esta pandemia inverosímil que nos están tocando vivir, sino porque nos obliga a resetearnos de arriba abajo y de fuera a dentro.

A lo largo de toda mi trayectoria profesional he podido comprobar cómo las situaciones de crisis, las verdaderamente extremas, sacan lo que de verdad llevamos dentro. Todos podemos ser aceptablemente correctos, amables, educados, solidarios, empáticos y "normales" cuando creemos estar viviendo dentro de una presunta normalidad, con nuestras pequeñas certezas, distrayendo la angustia con todo el ruido disponible, que es tanto que no nos alcanzan las horas, persiguiendo algo, algo que hace mucho tiempo hemos confundido con la felicidad.

El miedo es una emoción extrema, diseñada para garantizar la supervivencia y una de las que nos ha permitido llegar hasta el día de hoy y expandirnos por el planeta cual especie invasora.

Es atávica y está lista para aflorar cuando se la necesite.

Y así, vemos a quienes no les importa pisotear a los demás con tal de llenar su carro lo antes posible, los que deciden que salen a la calle a pasear porque "oye, si los que tienen perro lo hacen, yo no voy a ser menos", los que desabastecen las farmacias llevándose ingentes cantidades de mascarillas y geles desinfectantes....

Y en medio de todo este espectáculo deprimente donde comprobamos que muchos llevan un sociópata dentro y solo necesitan que se abra la veda, ha habido y hay un comportamiento más inverosímil que los demás, que tengo que admitir, me ha producido auténtica estupefacción: los del papel higiénico. Compruebo que es una conducta generalizada, transgeneracional, transcultural... y necesito poder entenderlo ya que, hasta la fecha, esta pandemia no produce síntomas diarreicos.

Así que, vuelvo a la psicología social, esa que explica ese comportamiento único de las masas humanas, que se convierten en entes con vida y personalidad propias. Y en mi búsqueda encuentro, por fin, las sinrazones que lo explican, vuelvo a Robert Cialdini, el gran psicólogo italiano (Italo-americano por ser precisos), que estudió cómo funcionan los procesos cognitivos de influencia y persuasión, para lo cual se infiltró en numerosas organizaciones, algunas dedicadas a la venta de automóviles, telemarketing, ongs... tras lo cual publicó las conclusiones en el libro "Influencia", convertido en una especie de biblia de la psicología de la persuasión. Al releer sus principios empiezo a encontrar alguna de las respuestas al misterio del papel higiénico:

El Principio de Escasez explica que las personas valoran más aquello que perciben como exclusivo o escaso, sin importar si objetivamente lo es o no. La cuestión es que cuando algo es percibido como escaso, se despierta el deseo por alcanzarlo.

El Principio de Consenso o Aprobación Social: la gente tiende a sumarse a la mayoría; si muchos piensas que algo es correcto, los demás tenderán a creer lo mismo.

De la misma manera funciona para la creencia de lo incorrecto.

Ahora bien, ambos principios explican solo parcialmente el fenómeno, ¿por qué el papel higiénico y no el arroz, o el champú que también son productos básicos?

La razón que aluden algunos sociólogos es realmente vergonzante: el papel de baño es muy voluminoso y cuanto se lleva en el carro es muy abultado y llamativo, igual que cuando va bajando el stock que hay en las estanterías de la tienda. Es decir, es fácil ver tanto su compra como su ausencia y ello desata la pulsión de escasez por un lado y el principio de aprobación social: si todos lo llevan por algo será, ergo, tendrán razón.

Pero aún no tengo el alma tranquila porque necesito comprender hasta la más profunda de las irracionalidades de la conducta humana. El Efecto FOMO ( Fear Of Missiong Out), explicado por algunos profesores de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia lo explica como el miedo a estar perdiéndonos algo importante. Si los demás lo hacen, tendrá que haber una razón. Este efecto encaja como anillo al dedo con el principio de Aprobación Social de Cialdini.

Y mi preferido y comprobado incluso en tiempos de bonanza y prosperidad: El efecto Rebaño: seguimos a los demás porque ello nos dice lo que es seguro y lo que no.

Todos estos principios explican la conducta de la compra compulsiva del papel higiénico, pero en psicología, la conducta sólo es síntoma y no causa por lo que, una vez explicado determinado comportamiento, es imprescindible conocer las causas que lo han detonado, si de verdad quiero entender el fenómeno en toda su dimensión.

Y aquí es donde viene el miedo y la dificultad que tenemos para gestionar la incertidumbre. El experto en comportamiento del consumo Rohan Miller explica que "acumular rollos de papel higiénico no es necesario para sobrevivir, pero sí para asegurarse que no se va caer por debajo de ciertos estándares de vida".

Es uno de los espejismos de control al que nos aferramos en tiempos donde la ausencia de certezas ya no es algo abstracto o filosófico, sino real, tangible, total.

Y hay un último análisis, de cosecha propia, derivado de mi formación psicoanalítica y a caballo entre la ironía y la posibilidad: la compra compulsiva de papel para limpiarnos el culo, ¿no será una metáfora, un desplazamiento, un recurso fallido pero orientado a no aceptar que estamos completamente "cagados"?